domingo, 7 de febrero de 2010

Siempre fui buena


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Tercera llamada.... Comenzamos...
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Nadie puede decirme mala esposa
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Jamás falle en mis deberes maritales, siempre educada, siempre sumisa, nunca le di motivos para pensar mal de mi. Nos conocimos en la universidad, él quería ser todo un arquitecto y yo soñaba con llegar a ser la mejor publicista del país. Éramos la pareja perfecta… Mi familia lo acogió muy bien, todos lo querían y respetaban, todos en especial Raquel; ella era mi hermana menor, y al ver su aceptación fui dichosa pues ellos dos eran los seres a los que más amaba en el mundo
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Con el pasar de los años y al terminar su carrera Emmanuel me pidió matrimonio, acepte gustosa pensando una y mil veces en el futuro que me esperaba a su lado, en lo felices que seríamos. Al poco tiempo de casarnos las cosas comenzaron a cambiar; Emmanuel llegaba tarde a casa, discutíamos sin razón, pero todas nuestras discusiones terminaban siempre en la cama; a pesar de que había momentos en los que yo no quería entregarme a él…Jamás dije “no”
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Un día la noticia llegó; estaba embarazada… Raquel me acompaño por los estudios y gustosas le comentamos la noticia a Emmanuel, no había mujer más dichosa en la faz de la tierra que yo… Al nacer Alex las cosas parecieron empeorar. Una noche Alex estaba en su cuna y comenzó a llorar desmedidamente, Emmanuel se despertó furioso y me gritó que fuera por el bebé, me levante de prisa de la cama y fui por mi hijo, pero tenía cólicos y no paraba de llorar… Emmanuel se levantó de la cama, llegó al cuarto del bebé y gritó:
-¡¡Cállalo ya!! ¿Acaso no ves que me harta?-
-No puedo, no deja de llorar…
-Eres una buena para nada…-
Emmanuel me soltó una bofetada, asustado, mí hijo lloro con más fuerza; Emmanuel me tomo del brazo y me jalo, no pude resistir y mi bebé cayó al suelo… Esa noche al llegar al hospital el pretexto fue que mi pequeño se me había caído de la cuna, fue la primer noche que Emmanuel me golpeo; pero no sería la última…
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Al día siguiente del incidente con Alex, Emmanuel me sorprendió con un ramo de rosas rojas, se dijo arrepentido y me pidió perdón un sinnúmero de veces, lo perdone
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Pasaron varios años, siempre creí que la culpa de nuestras peleas era mía, siempre empezábamos por cosas pequeñas como el no haber limpiado alguna parte de la casa, no haber levantado los juguetes de Alex, no cocinar como su madre lo hacía... pero siempre volvía arrepentido, siempre volvía a mi mirándome con sus hermosos ojos verdes, acompañado de obsequios para mi y nuestro pequeño…
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Desde que me case con él deje mi carrera, hice a un lado mis sueños por seguir lo suyos, me dedique en cuerpo y alma a atenderlo, a cuidarlo, a protegerlo mientras dormía… y es que siempre me gustó verlo dormir, mientras lo hacia su semblante era pasivo, tranquilo, amable…
No desconocía del todo la existencia de otra mujer en su vida; a veces él llegaba con un extraño perfume que me resultaba familiar impregnado en su ropa, a veces recibía llamadas a escondidas en el baño o hablaba lo mas bajo que podía, solo una vez le pedí una explicación y ese día solo gane dos cardenales mas en mis brazos y un dolor insoportable en la cabeza a causa del golpe que me dio… nunca mas volví a preguntar
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Pero todo cambio un día… Alex ya iba a la escuela primaria y por ende, yo pasaba mas tiempo sola, una mañana en que Emmanuel se fue demasiado temprano al trabajo; algo que acostumbraba hacer a menudo, tuve la idea de salir a visitar a Raquel…
Ella aun vivía en la casa que había sido de nuestra madre así que no había inconveniente en que yo entrara, abrí la puerta y decidí subir a su alcoba; conociéndola debía seguir dormida, así que entre con cuidado…
Ahí estaban… Juntos en la misma cama, mi esposo y mi hermana; ella arañaba su espalda y gemía incesantemente mientras él le hacía el amor como un loco… Los mire por cuestión de segundos y entonces con cuidado, salí de la habitación y me fui de la casa… Una sensación de dolor y coraje intensos me recorrieron de pies a cabeza, mi mundo comenzó a girar sin control de tiempo o espacio, quería vomitar o comenzar a gritar, llegue a mi casa y lo primero que encontré fue una camisa de Emmanuel, la tome entre mis manos y comencé a romperla pedazo a pedazo, mis manos no sentían el dolor que les provocaba la tela al deshilarla, mis manos no sentían nada…
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La ira se apodero de mi, ¿Cómo podían haberme hecho eso? ¿Cómo eran tan crueles conmigo que no había hecho más que darles lo mejor de mí? ¿Cómo podían estar tan tranquilos? Ella fingiendo que me quería, viniendo a casa para “pasar tiempo conmigo”… ¡Era una perra y nada mas que eso!, no era mi hermana, no lo era; y él, un maldito desgraciado que lo único que había hecho era arruinar mi vida desde el momento en que lo conocí… Me detuve… Solté la camisa y comencé a pensar ¿Por qué solo descargar mi rabia con un simple pedazo de tela? ¿Por qué tener que aguantarme la ira que me carcomía el alma?... Tomé los trozos de camisa y los metí en la lavadora; Emmanuel sabía que ya no funcionaba bien así que no le extrañaría encontrarla hecha pedazos, tal vez me costaría algunos golpes, pero lo que mi mente planeaba compensaría todos y cada uno de los abusos, todas las humillaciones y el daño…
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Ese día Emmanuel llegó y encontró la camisa rota dentro de la lavadora, como yo lo esperaba tomo eso de pretexto y me golpeo después de que Alex se fuera a dormir… Después me tomó de la cintura y me arrojo en la cama, me desnudo de la manera más salvaje que pudo y comenzó a poseerme como lo había hecho otras noches…pero lo que él ignoraba era que esa noche era diferente, esa noche y con ese acto vil e inhumano acaba de firmar su sentencia de muerte…
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Pase varias noches en vela mientras mi mente planeaba como hacerles pagar…
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Raquel siempre fue una mujer aprehensiva que solía deprimirse demasiado, hecho que comenzó a cambiar desde hacia algún tiempo, yo tome ese cambio como bueno pero jamás imagine que se debía a que la perra había comenzado a acostarse con mi marido; así que lo primero que haría sería quebrar su fortaleza… para que ella actuara a como yo quería y tal vez pudiera tenerle algo de piedad; en cuanto a él los planes no incluirían piedad, ni una pizca de compasión por el infeliz, todo lo que pudiera hacerle sería poco comparado con el infierno que él me había hecho vivir…
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Para empezar haría dudar a Raquel respecto a si era la única mujer en la vida de Emmanuel y conociendo a la estúpida eso sería fácil… Una noche me acerque a Emmanuel y comencé a insinuármele con el fin de que tuviéramos relaciones y este accedió, a la mañana siguiente él iría temprano a su “trabajo”, osea vería a Raquel, así que me levante de la cama y coloque en el saco de mi maldito esposo una nota que decía “Gracias por la maravillosa noche amor mío”, trate de que la letra no se pareciera a la mía así que, cuando la estúpida de mi hermana la viese pensaría que alguien más la había puesto ahí pues otro punto a mi favor era que ella sabía de lo desagradable que ya era para mi el tener que acostarme con Emmanuel… Esa noche Emmanuel llegó molesto:
-¿Crees que con una nota cursi y estúpida perdonare todas tus fallas? ¿Eres idiota o que? No sabes lo que tu absurda notita acaba de causar…-
Me golpeo, pero eso no importaba mi primer paso estaba dado…
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Al día siguiente fui a visitar a mi hermana, cuando llegué esta me recibió con una pregunta que confirmo mis sospechas:
-Dime ¿Cómo te das cuenta que hay otra mujer en la vida de la persona que amas?
-No lo sé, la verdad mi marido me es tan fiel que no creo tener que verme nunca en la necesidad de pensar algo así de él…
Ella siguió mirándome y conversando tranquilamente, la maldita sabia fingir tan bien; pero yo era, tenía que ser mejor… Salí de la casa y fui a visitar a Pamela, ella era nuestra vecina de años, imagine que sabía lo que pasaba entre Raquel y mi marido pues a ella no se le escapaba nada de lo que ocurría… Hablamos durante un buen rato hasta que pude llevar la conversación a donde yo quería…
-¿Pamela que te parece si organizamos un día de desayuno?
-Claro querida solo que no sea los días que voy al gimnasio que son los martes y los jueves
-¿A que hora vas al gimnasio Pamela querida? Tal vez me anime a inscribirme, esto de la vida de ama de casa no es muy agradable…
-Voy los martes de 8 a las 10 de la mañana y los jueves de 8 a 11…
-¡Oh! Es un buen horario tal vez me anime… Bueno Pamela me tengo que ir, debo cocinar e ir por Alex a la escuela
-Dime algo antes de irte, no es que sea entrometida ni nada así pero el otro día escuche a tu hermana Raquel discutir con un hombre en su casa ¿Esta todo bien?
-Si si lo esta, ella cree que él la esta engañando pero ya se le pasara…
-Y ¿Tú conoces a su pretendiente?
-No la verdad no lo conozco…
-Muy bien, sabes que buena esposa eres… Emmanuel se saco la lotería contigo…
La maldita de Pamela lo había dicho con sarcasmo, tuve ganas de golpearla en ese momento pero me contuve; la necesitaba
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No quise dejar pasar los días, así que fui por la segunda cosa que necesitaba… un arma. Descubrí que el mercado negro tiene una gran “gama de productos” hice mi compra de una manera sigilosa; envié a un chico de la calle a comprarla, cuando la trajo la sujete con unos guantes y le di el suficiente dinero para que mi rostro se borrara de su memoria, no fue fácil para mi dejarlo ir después de la compra, pero el joven realmente se veía confiable y yo no quería manchar mis manos de sangre que no fuera de ese par…
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El lunes visite a mi hermana regresando del supermercado y “accidentalmente” olvide una de mis bolsas en su casa, tenia artículos de limpieza entre ellos una botella de acido muriático muy útil para limpiar el baño… conociendo a Raquel difícilmente pensaría en devolverme las cosas, al contario, las pondría bajo el fregadero de la cocina. Después de ver a Raquel pase a casa de Pamela conversamos un rato, me asegure de que me viera con las bolsas del supermercado y le dije que tal vez si me inscribiría en el gimnasio. Todo estaba listo ahora solo había que esperar a que fuera jueves…
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El día de mi liberación llegó, Emmanuel se fue temprano como siempre, salí de casa y fui a dejar a mi pequeño a la escuela. El día que había ido al supermercado me detuve a comprar un par de guantes de látex, algunos metros de cuerda y otros tantos de tela, para usarlos ese día, regresé a casa y me cambie de ropa, tome una blusa y un pantalón viejos que tenia meses que no usaba, y unos zapatos que la estúpida de Raquel había olvidado en mi casa
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Llegue a casa de Raquel a las 8:20 am, Pamela debía estar en el gimnasio pero para asegurarme de eso me acerque a su casa y al no ver movimiento me dispuse a entrar a casa de Raquel. Con los guantes puestos abrí la puerta, saque el arma de mi bolsa y subí a la recamara, abrí la puerta y entre
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Emmanuel estaba sobre Raquel, al escuchar la puerta abrirse giro inmediatamente, sus ojos verdes me miraron con odio; Raquel se cubrió con las sabanas y salió de la cama, él se quedo desnudo:
-¿Que demonios haces aquí?- grito con coraje
-Lo que debí de hacer hace mucho tiempo infeliz- le respondí- ¡Raquel amárralo a la cabecera!- le ordene a la perra
-Perdóname, por favor perdóname no quise hacerlo, soy tu hermana por favor perdóname- dijo Raquel llorando como magdalena
-¡Ya te dije que lo amarres!- respondí lanzándole la cuerda que llevaba en la bolsa
-¡Ni siquiera lo pienses!- dijo Emmanuel mientras miraba a Raquel acercarse a él- ¿Crees que porque traes un arma contigo significa que voy a tenerte miedo? Eres tan estúpida y cobarde que ni siquiera sabrás como dispararla- ahora su mirada y sus palabras iban contra mí
-Amor mío cada vez me sorprende más tu capacidad de subestimarme- respondí mientras apuntaba hacia su pierna derecha con la pistola- Pero ahora hare que te des cuenta de que tan equivocado estas…- jale el gatillo. Emmanuel lanzó un terrible aullido de dolor, a pesar de que lo intento no pudo moverse de la cama. Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios.
-¿Ahora si lo vas a amarrar o que estas esperando Raquel hermosa?- dije mientras esa risa no se quitaba de mis labios.
-¡Estas loca!- gritó
-Si hermanita querida estoy loca ¡hazlo ya!
Raquel camino, tomo la cuerda y fue a la cama…
-Amárralo fuerte o la que pagará las consecuencias serás tú y nadie más- dije mientras ella lo sujetaba a la cabecera.
Después de que lo hizo empuje la silla del tocador
-Siéntate y disfruta el espectáculo- Ella se sentó y yo la amarre de pies y manos para después amordazarla. Me acerque a la puerta, a un costado había dejado la botella de ácido, la tome y regrese a la habitación.
-Sabes amor la verdad es que has hecho cosas malas, demasiado malas… ¿Pero eso ya los sabes no? Si, ya lo sabes… A todas las personas les llega un momento en el que la vida les cobra lo que hacen…- decía mientras me acercaba mas y mas a la cama- Y aunque la vida se tardo no te ha cobrado todas las que me hiciste… yo si lo hare.
-¡Estas loca! ¡Eres una maldita demente!- dijo Emmanuel mientras trataba de desatarse de la cabecera.
-Si mi amor, tal vez soy una maldita demente…Pero eso te lo debo a ti querido mío, a ti y a tu benefactor trato de los últimos 10 años… Así que no encuentro otra forma de darte las gracias que esta.- Abrí la botella y deje caer un pequeño chorro del contenido en el pecho desnudo de mi marido. Bufó de dolor, sus ojos verdes se abrieron enormemente, su piel blanca adquirió un tono rojo y sus venas se sobresaltaron
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-¡Detente desgraciada perra!- gritó mientras se retorcía en la cama. Raquel miraba el espectáculo tal como yo se lo había dicho y trataba de gritar, de sus ojos caían lágrimas de desesperación por no poder hacer nada, y yo, las disfrutaba tanto.
-No amor, no me detendré, así como tú no te detenías cuando yo te lo rogaba, y si a ti no te importaban mis palabras ¿porque a mi se deben de importarme las tuyas?- Volví a dejar caer el ácido sobre su cuerpo, ahora baje un poco mas; Emmanuel gritaba de dolor pero sus gritos eran como una dulce melodía para mí. Entonces él se dio cuenta de que seguiría bajando con el ácido, quemando en la misma dirección cada centímetro de su piel desnuda y entonces comenzó a suplicar…
-¡No! ¡Por favor no lo hagas! ¡Por favor! Yo te amo ¡detente por favor!- Clavo sus verdes ojos en mi- Yo te amo no me hagas esto…
-Amar… Esa palabra la desconoces totalmente… Yo te ame, de verdad que lo hice… pero hasta el amor más fuerte se termina y ¿Qué crees? Que el mío se termino hace mucho…- comencé a reír y deje caer el ácido sobre los genitales de mi querido esposo
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Sus gritos de dolor fueron algo que jamás olvidare, el olor de su piel quemada por el ácido será el aroma que me acompañe durante el resto de mi vida, pero nada haría que me detuviera ya no.
El disparo estaba haciendo su trabajo, Emmanuel se desangraba poco a poco y el ácido terminaba con la virilidad de mi esposo… El dolor que sentía era tan grande que ya ni siquiera podía gritar… Pero eso no me importo, termine de vaciar el ácido por sus piernas, sus manos y dos pequeñas gotas entraron en lo que alguna vez fue el motivo de que me fijara en él: sus ojos.
Emmanuel lanzo su último grito. Y después vino el silencio...
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Deje el cuerpo de mi ex esposo en la cama y gire para ver Raquel, ella me miraba atónita, me acerque y le dije:
-Eres mi hermana, eres mi sangre y no puedo tomar esa sangre por la fuerza…Acabas de ver lo que hice con Emmanuel, contigo puedo hacer algo mucho pero mucho peor… Tú decides hermana, cooperas conmigo o sufres como él…-
Raquel me miro y asintió…la solté.
-Vístete, no quiero seguirte viendo desnuda y no quiero que salgas así en las fotografías que te tomen…- Raquel tomo su ropa y se vistió, no hablaba, estaba como un maldito zombi; para mi eso fue mejor, así no tendría que escuchar su llanto estúpido. Al terminar de cambiarse se puso de pie frente a mí esperando lo que yo fuera a decirle.
-Muy bien hermana, ahora busca una hoja y algo con que escribir…- Raquel saco una libreta y un bolígrafo del buro junto a la cama- Ahora escribe lo que voy a dictarte- Mi hermana comenzó a escribir- Yo Raquel me hago responsable por el asesinato de Emmanuel, hermana perdóname por el daño que mi relación con él pudo haberte causado sabes que siempre fuiste y serás importante para mi. Ahora Emmanuel no podrá dañarte más y será solo mío. Te quiere tu hermana. ¿Listo?- revise la hoja, Raquel había escrito todo cuanto le había dictado- Muy bien hermanita, ahora voy a tener piedad contigo, yo no tomare tu vida, pero tú si…- le extendí el arma. Sabía que cualquier persona inteligente al tener el arma de su verdugo en las manos la utilizaría sin dudarlo en contra de este, pero había visto a mi hermana en situaciones extremas y sabía que ella no era inteligente
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Raquel tomó el arma, tenía la mirada perdida en dirección al cuerpo de Emmanuel, jalo el gatillo… una bala le perforo la sien
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Contemple mi obra… reí una vez mas y salí de la habitación. Cerré con cuidado y me quite los guantes. Pase junto a un terreno que había visto días atrás, de la bolsa que llevaba saque ropa y me cambie, queme la ropa que llevaba puesta y lo zapatos de mi hermana… no quedaron mas que cenizas
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Por la noche Alex pregunto por su padre, yo dije que no sabía nada y decidí llamar a su trabajo, me dijeron que no había llegado… Me alarme y el jefe de Emmanuel lo noto, llamamos a la policía y la búsqueda empezó. Al día siguiente fui a casa de Raquel, entre y grite lo más fuerte que pude… Pamela me escuchó. La policía llegó. La investigación por desaparición cambió a “Crimen pasional”, como en todo caso fui sospechosa, en especial cuando mis huellas aparecieron en la botella de acido, pero al dar mi declaración dije que era por haberla olvidado en casa de mi hermana cuando pasaba a verla después del supermercado, Pamela corroboro la información al decir que me había visto el día que fui al supermercado y también mostré como prueba el ticket de mis comparas de ese día. No hubo más pruebas contra mí, no había huellas más que las de mi hermana y Emmanuel
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No había NADA
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Al final el veredicto fue que mi hermana lo había matado en un arranque de celos. Yo fui exonerada de toda culpa.
Y ahora realizó este recuento mental mientras estoy en el cementerio, debido a que Pamela se acerco y me dijo algo que me hizo recordar
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-Lo siento tanto Estefania, tú siempre fuiste una buena esposa...
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Ira
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8 comentarios:

nallely chavarría dijo...

oohhh my gatch....eso si es ira!!

u.u

demasiado sencillo como para librarse de todo...deberá haber una segunda parte :P-

maldito desgraciado dijo...

o_O creo que es muy metodico para ser iracundo, creo que el iracundo era el esposo por madriarla xD
me gusta más la otra ira... la de:
IRA esta chido el relato ^^
me largo
Paz.

Anónimo dijo...

haha very bueno!

:) creo q fue de lo mejor..

chiste chiste! (respecto a mi post)

Dios les dijo a Adan y Eva:
Tengo dos regalos para ustedes, pero escogan...
Adan dice: Yo primero! Yo primero!
Diosito le da el don de Orinar parado... y ahi anda Adan por todo el Eden miando por aqui y por alla... y miando todo como animalito con juguete nuevo...
Y Eva dice: ¿Y a mi que me vas a dar?

Dios sonrie y le dice: Cerebro.


:D have a nice day!

la MaLquEridA dijo...

La ira es un sentimiento terrible y más si orilla a hacer cosas como estas.

¿Y Estefanía fue feliz al final?, ¿pudo dormir con ese cargo de conciencia?. creo que ese es otro cuento.


Buen relato.


Saludos.

lα pιrαdα ♡ dijo...

Tengo que decirlo Demonia! jajajaja! te la mamaste! esta poca madre, ira iraaa como dice Fer, esta Diabla si es escritoooraaa! jejejeje

Salu2

Apolline dijo...

a mi me encanto *-*
es verdad bien sale otro cuento

ѕocιaѕ dijo...

hasta da miedo! Lo que pasa cuando la decepcion, la ira y mas sentimientos se juntan, que cosas!
pero lo hiciste muy bien!

Anónimo dijo...

en la vida nos ensenan que hay 7 pecados capitales, conocemos los importantes,gula, orgullo, lujuria, pero el pecado que casi no escuchamos es ira, quiza por que creemos que la ira no es tan peligrosa, que podemos controlarla, lo que quiero decir es que quizas no le reconocemos el merito a la ira. Quiza puede ser mucho mas peligrsa de lo que creemos. que hace a la ira distinta de los otros seis pecados capitales? En realidad es muy simple. Si cedemos ante la envidia o la codicia nos lastimamos a nosotros mismos y probablemente a uno a 2 mas, pero la ira es la peor, la madre de todos los pecados, la ira no solo puede llevarnos al precipicio, si no que cuando lo hace, podems llevarnos a muchos con nosotros