miércoles, 20 de enero de 2010

Si, yo la mate... ¿Y qué?

Ejercicio Literario

Realmente esa clase de mujer, es de las que uno sabe que no deben ni reproducirse, ni vivir.

De entrada ella me embaucó, me engaño, me robo la dignidad, la vida y mi matrimonio con Isabelita. Me dijo que me amaba y solamente me uso para que le pagara la carrera y para que le consiguiera un buen trabajo.

Me pase mucho tiempo dándole halagos antes de que aceptara siquiera salir a comer conmigo, y cuando acepto, no se conformo con ir a un Burguer King o a la fonda de doña Lupe, no, la nena quería ir al restauran de moda en la ciudad, en donde comes poco y pagas mucho. ¿De donde se habrá sacado la idea de que a un maestro de tiempo completo le pagaban “bien”?

Cuando por fin acepto tener algo conmigo no solamente quiso una aventura, ho no. Casi que me forzó a ponerle un departamento, y no conforme con eso, me exigió que le mandara a alguien que le limpiara! Ni siquiera podía recoger mis toallas húmedas de la alfombra! Pobre Juanita, le ponía unas chingas con su marranero que me iba dejando en el departamento.

Yo por mi parte, tenía mi matrimonio feliz, con mi quería Isabel, tan noble ella, tan linda, tan… si tan mal que cocinaba la hija de la chingada! Para el caso, la tenía a ella, mi Isabel siempre fiel! Y a mis dos niños, mis bebes, Mateo de 18 y Santiago de 22. Tan indefensos. Muchas veces llegue a pensar ingenuamente que ella no llegaría a encontrarse con Santiago en la universidad, tonto de mí.

Mantuve esa relación durante mucho tiempo, 7 años. Para que mentir diciéndoles que la amaba, solamente la mantenía a mi lado porque estaba buena y porque no se quejaba todo el día como Isabel. A lo mucho de pronto me despertaba cn ese asqueroso olor a cigarros y pidiéndome que le dijera que “la amaba”, y con su pinche frase típica “si tan harto estuvieras ya la hubieras dejado”, como chingaba con eso! Si! Si estaba arto de Isabel! Pero de ella y de sus quejas de falta de tiempo también.

¿¡Que tan complicado puede ser esperar una semana para verme!?

Pero el colmo fue terminar con mi matrimonio. Que no pudo dejarme darle la sorpresa a mi Isabel festejando nuestras bodas de plata. Que belleza.

Justo un día antes de cumplir mis 25 años de casado, ella hablo por teléfono a mi casa, buscando a mi Isabel, diciéndole que llevaba 7 años y 2 semanas acostándose con su marido.

Que poca madre.

Pero lo hizo, he Isabel, como es de linda, me saco todo de la casa y me mando a la chingada.

Así fue como tome por fin la decisión de terminar con mi matrimonio y largarme a vivir con mi nueva mujer. Si. Esa mujer que me estafo, me embauco haciéndome creer que tenía sangre nueva y joven, y peor aun! Diciéndome que sabía hacer de comer!

Me fui a vivir con ella.
No paso ni un mes cuando me di cuenta de que me engañaba. De que tenía a otro hombre. Sus evasivas, sus gritos sobre mi toalla en la alfombra, su cara cuando solo llegaba cansado del trabajo y quería dormir.

7 años de estar junto a ella, de estar soportandola, cuando de pronto un día llegue al departamento y me encontré con todos mis trajes fuera del closet, en una maleta, y con ella gritando algo acerca de que ya me había mandado a la chingada más de 64 veces y que hay estaban mis pinches trajes. También grito algo como que Santiago (mi pequeño niño) si era un hombre y que él no dejaba las toallas tiradas en la alfombra. La verdad no se que mas dijo. Solamente tome ese cuadro donde tenía enmarcado el titulo que yo le pague y empecé a golpearla en la cabeza.
Por fin soy libre otra vez.
Solamente espero que Juanita no se moleste por esas manchas de sangre en la maldita alfombra.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

haha muy bueno...


:) buen día!

Fanny Castillo dijo...

me gusto jejejeje es mas gracioso que el mio, el mio estaba mas dramatico el tuyo es humoristico jejeje


saludos me has hecho reir mucho

la MaLquEridA dijo...

Eso se merece por cusco, mira que tener a dos y con el mismo nombre.

Ojalá Juana pueda quitar las manchas de sangre de la alfombra, je


Buen relato.



saludos.